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jueves, 28 de abril de 2022

Cómo climatizar un gran espacio



Uno de los grandes retos de la climatización de grandes espacios es que, a diferencia de los pequeños locales o el ámbito doméstico, tienen necesidades especiales derivadas de su gran tamaño y funciones. Son requerimientos estructurales, pero también hay obligaciones legales que regulan la calidad del aire de estos recintos, porque aunque todos los espacios necesitan cierto grado de comodidad hay algunos en los que hay que ser especialmente cuidadoso.

Y es que no es lo mismo climatizar un centro comercial que las naves industriales y no es lo mismo una nave que almacena hormigón que una que sirve de centro logístico de productos farmacéuticos.
Por lo tanto, antes de decantarse por una u otra solución de climatización, si se desea conseguir un aire de calidad y un espacio de trabajo u ocio idóneo, es necesario detenerse y tener en cuenta algunos aspectos importantes.

¿Qué climatización necesita el gran espacio en cuestión?

Los sistemas de aire acondicionado para los grandes espacios deben atender a las necesidades particulares de cada recinto. En un principio esta heterogeneidad podría parecer un hándicap, pero lo que se logra es que el estudio profesional del caso individual consiga sistemas de climatización personalizados, los más y mejor adaptados a cada circunstancia.
A pesar de la diversidad de espacios, a la hora de elegir un equipo o sistema de calefacción existen consideraciones comunes a estudiar en todos los casos:
  • Condicionantes climáticos: la altitud sobre el nivel del mar, humedad ambiental, temperatura del entorno a lo largo del año, posición respecto al sol, insolación diaria y estacional, etc. son algunos de los parámetros que pueden hacer variar las necesidades de climatización. Existen zonas de gran estabilidad climática y otras con grandes fluctuaciones estacionales e incluso a lo largo del día.
  • Tamaño y estructura del espacio: influyen el volumen de aire que se precisa climatizar, la forma del espacio, el material de construcción, la altura de los techos, la distribución de escaleras y pasillos (varios pisos o solo uno) o incluso el estar abiertos al exterior, como es el caso de estadios abiertos o algunos centros comerciales. Cada edificio plantea su propio reto.
  • Usos: no son lo mismo una nave industrial, un estadio, una sala de cine o un comercio. E incluso dentro de cada uno de estos pueden presentarse variaciones: la nave podría necesitar calefacción o refrigeración solo en ciertas zonas, según usos del personal o incluso obligaciones con el producto almacenado. El supermercado requiere climatización diferenciada entre las zonas de paso de clientes, el almacén o la línea de alimentos refrigerados, por ejemplo. Existen zonas que generan calor por haber maquinaria y/o muchas personas. Existen zonas aisladas que quedan frías. Las circunstancias son innumerables.

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