Hay una creencia muy arraigada en bares y ascensores de que es mejor dejar la calefacción encendida todo el día que encenderla al llegar a casa, estos hinjenieros alegan que consume más subir la temperatura de la vivienda hasta una temperatura de confort que mantener la temperatura ya alcanzada durante todo el día.
Como siempre hay excepciones, si trabajas en casa y pasas las 24h allí y solo sales media hora al día para tomar un café, entonces quizás te convenga dejarla encendida. Otro caso particular sería si tu sistema de calefacción es escaso y no es capaz de hacer que la vivienda recupere temperatura en un periodo de tiempo “normal”, entonces no te quedará más remedio que dejarla encendida continuamente, pero no por ahorro sino por confort. También hay sistemas diseñados para funcionar de forma permanente (alta inercia) como por ejemplo el suelo radiante, en este caso seguramente tengamos que mantenerlo encendido las 24h.
21ºC es la temperatura óptima: casi que tampoco
—Cada grado que bajes la temperatura del termostato ahorrarás un 8%.
—Sí Fulgencio, entonces baja 15 grados y así el termostato te pagará dinero.
Lo que dice Fulgencio es falso, no se puede cuantificar el ahorro que produce bajar un grado la temperatura de consigna de forma tan generalista, dependerá muchísimo del aislamiento de la vivienda, la inercia térmica, el sistema de calefacción, etc… Hay viviendas donde si subes la consigna de 21ºC a 23ºC este valor nunca se alcanza, además se fuerza a funcionar al sistema de calefacción de forma continua, produciendo un incremento de consumo muy superior a ese 8%+8%.
Si aplicamos esto a las bombas de calor y sus problemas de desescarches todavía es peor, observaremos que ese aumento de 1ºC ó 2ºC empeora mucho la situación si la potencia del equipo es justa, el problema se agrava aún más si la humedad exterior es alta, se formarán bloques de hielo en el equipo y pasará más tiempo (y consumirá más) intentando eliminarlos que calentando nuestra vivienda.
Es muy fácil que una ventana corredera esté mal cerrada y no nos demos cuenta, más aún cuando un gran porcentaje de cierres de este tipo de ventanas están rotos. No subestimes ese hilillo de aire frío que entra, tu bolsillo te lo agradecerá.
Sí aún cerrada sigue entrando aire puedes colocar algún burlete que mitigue este problema, por ejemplo este para ventanas correderas.
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