Los termos eléctricos son sistemas que sirven para generar un aporte de agua caliente sanitaria mediante energía eléctrica. Utilizando resistencias, calientan el agua y después la acumulan en un depósito para su posterior uso. De esta forma, conseguimos tener una instalación de ACS sin instalaciones complejas o uso de combustibles. Pero, en muchas ocasiones, no sabemos muy bien en qué nos tenemos que fijar cuando queremos elegir el mejor termo eléctrico. Por eso, hoy vamos a hacer un análisis de los factores clave a la hora de tomar esa decisión.
Para elegir correctamente, debemos tener en cuenta la capacidad del sistema, las características internas, la posición y el tamaño, y la instalación.
Capacidad del sistema
La capacidad del sistema, o el volumen de agua que el termo eléctrico es capaz de acumular, es un factor muy importante a la hora de comprar un sistema de este tipo. El consumo de un termo varía mucho en función de la capacidad del sistema, así como el tiempo que tarda en calentar el agua.
Por ello, conocer las necesidades de nuestro hogar puede ayudar a decantarnos por una capacidad u otra. Si vivimos solos, o somos dos personas que no se duchan de forma consecutiva, optaremos por termos de bajas capacidades. Si al contrario somos una familia con miembros que se van a duchar de forma sucesiva, lo mejor es optar por una mayor capacidad. Las capacidades de los termos pueden ir desde 15 litros los más pequeños, hasta incluso los 300 litros.
Características internas
Hay ciertos elementos internos del termo que condicionan ciertos aspectos de su funcionamiento. A continuación, os hablamos de los más interesantes.
La resistencia
La resistencia de un termo eléctrico pude ser blindada o cerámica envainada. Las primeras van sumergidas dentro del termo, en contacto más directo con el agua, por lo que calientan antes. El segundo tipo, las cerámicas envainadas tienen una protección con respecto al agua, pero la transferencia de calor se realiza más lentamente.
Por lo tanto, la decisión depende del tipo de agua de nuestra zona. Si vivimos en una zona donde el agua es blanda, acumularemos poca cal, y podremos optar por las resistencias blindadas sumergidas. Si, en cambio, vivimos en una zona con un agua dura, deberemos proteger nuestra resistencia optando por una cerámica envainada.
El aislamiento y recubrimiento
El aislamiento del termo es uno de los factores más importantes que afectan al consumo. Un buen aislamiento permite que, tras calentar el agua, el sistema pierda menos calor que uno mal aislado. De esta forma se mantiene la temperatura deseada durante más tiempo, evitando que el sistema tenga que volver a calentar el agua.
Por otro lado, el recubrimiento es la capa interna que protege el termo de las propiedades y los efectos del agua. Un buen recubrimiento nos ayudará a proteger el equipo de la corrosión y de la acumulación de cal. Invertir en un buen material de este tipo, sin duda alargará la vida útil de nuestro equipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario